El gran legado de la cultura Maya, ha sido un tema interminable desde tiempos remotos, estudiar la cosmovisión, el arte, la escritura y en general, la forma de vida y pensamiento maya nos ha ayudado a decifrar un sin fin de concepciones, para comprender mejor a este grupo.
Las tradiciones ocultas emergen como una gran incógnita sin resolver en las nuevas lecturas e interpretaciones de los Mayas desde diversas disciplinas de estudio, como la antropología, la etnología, la astronomía, la historia, la psicología o lingüística.
Se cree que son esas tradiciones no mostradas abiertamente lo que le han ayudado a esta cultura a trascender y encontrar la esencia de su forma de vida hasta nuestros días.
La concepción de la vida y muerte, el alma, el ritual, el cuerpo, el corazón, el ceremonial, la medicina tradicional, son tan sólo algunos elementos que comprenden el gran compendio de temas de estudio en estas “tradiciones ocultas”, en lo general, de Mesoamérica, en lo particular, en zona Maya.
Recordemos que los Mayas se expandieron a lo largo del norte y Centroamérica, desde la mitad de México, hasta Honduras, dejando rastros de su cultura en Belize, Guatemala, y El Salvador. La duración de la civilización maya tiene un periodo de 3000 años aproximadamente.
En esta franja denominada Zona Maya, se vertieron los conocimientos ancestrales, surgieron 44 lenguas mayas modernas, cada generación fue trasladando su cultura a través de la tradición oral, la pintura, la escultura, la escritura, la poesía y otras formas que ayudaron a preservar el legado Maya.
No es de sorprender que este importante grupo fue de los últimos en doblegarse ante la llegada de los españoles y su “conquista” …
Los Mayas decidieron aislarse, regenerar su cultura, sus tradiciones, usos y costumbres de manera aislada, fuera del contacto con los europeos y africanos, decidieron estar en contacto con la naturaleza, volver a los sitios sagrados del pasado para formar pequeñas comunidades y asentamientos, contrariamente a lo que se piensa, la civilización Maya no desapareció, sobreviven una gran diversidad de étnias mayenses actualmente, sin duda, una diversidad de grupos provenientes del gran árbol genealógico Maya, ahí fue donde siguieron la tradición de la medicina ancestral, el culto a deidades antiguas, la práctica del pensamiento antiguo y un sin fin de alegorías y simbolismos del pasado Maya.
Mientras que los mayas que estaban en contacto con los europeos y fueron evangelizados, perdieron poco a poco la brújula de su identidad milenaria, adoptaron otra forma de vida y sólo en ocasiones escuchan los ecos de su pasado; llamándoles para evocar viejas prácticas, tradiciones antiguas “ocultas”, al estar prohibidas o haber caído en desuso. sin embargo, aquellos grupos evangelizados, le dieron paso a la literatura maya, se cree que a través de la historia oral, pudo registrar un sin fin de datos e información sobre su cultura, el resultado fueron obras literarias mayas de gran valor, como el Popol Vuh o el Chilam Balam.
Mucho tiempo después de la llegada de los españoles, los primeros exploradores descubrieron algunas ciudades antiguas mayas, con ello, algunos asentamientos y pequeñas comunidades en aislamiento, aquel contacto, demarcaría la visión de una cultura infinita, llena de hallazgos, de tesoros ancestrales, la gran cultura Maya equiparable a cualquier otra cultura en la historia, mostraría al mundo sus conocimientos científicos, artísticos, astronómicos, etc., Es ahí donde nace el interés por estudiar a este grupo, su pasado, su presente, todas sus formas, configuraciones, finalmente la cosmovisión vista a través de sus tradiciones.
LA ERA DE LOS EXPLORADORES Y EL CONTACTO CON LOS MAYAS
A pesar del contacto con el antiguo territorio Maya en el siglo XVI por los Europeos, (Yucatán se descubre entre 1511 y 1513) fue en los siglos subsecuentes que las exploraciones geográficas marcaron un interés científico por territorios poco conocidos, no sólo en la zona Maya sino en diversas regiones de Mesoamérica.
Alexander Von Humbolt publicaría el libro Viaje a las regiones equinocciales del Nuevo Continente en 13 volúmenes entre 1816 y 1831 luego de haber viajado por América durante 5 años.
Los exploradores, plasmaron atisbos de los antiguos mayas, al adentrarse en las selvas y regiones donde existían ruinas de ciudades ancestrales y donde posteriormente se establecieron comunidades que todavía practicaban ceremonias y rituales ancestrales.
En 1839 Frederick Chaterwood y John Lloyd Stephens exploraron las ruinas Mayas, mientras uno dibujaba, el otro apuntaba datos para escribir acerca de lo que veían…
Juntos publicaron los libros: Incidentes de viajes a Centroamérica, Chiapas y Yucatán, 1841 e Incidentes de viajes a Yucatán, 1843. Posteriormente Catherwood publicó Vistas de antiguos monumentos de América Central, Chiapas y Yucatán, 1844.
Ilustración de Frederick Catherwood
Surgieron varias publicaciones entorno a las exploraciones que se hacían. Cada una describiendo a su manera a la cultura Maya, sin embargo, las obras literarias Mayas, desde los códices que sobrevivieron a la conquista, los libros como el Chilam Balam, El Popol Vuh y Los Anales de los Cakchiqueles, son obras que registran las creencias antiguas, el mito, la leyenda y la historia Maya, así como el origen del mundo, de la civilización, y de fenómenos de la naturaleza.
Estas obras literarias, son sin duda, fragmentos valiosos que nos ayudan a ensamblar el gran rompecabezas de las tradiciones ocultas mayas, muchas de las cuales, se encuentran en riesgo de desaparecer.
TRADICIONES VIGENTES EN RIESGO
La Medicina Maya.
La práctica medicinal abre un espacio de sabiduría entre el pasado y presente, desarrolla generalidades y particularidades según la región, no obstante, predominan aspectos comunes en las diversas regiones, ya que todas parten de un origen, diagnóstico o causas y su tratamiento.
El conocimiento de las plantas, semillas, animales, cortesas, así como los rituales y ceremoniales, son parte esencial para la medicina tradicional maya.
A lo largo del tiempo, no sólo se ha perdido gran parte de este patrimonio, sino también la extinción de plantas y animales, hacen cada vez mas compleja la práctica de esta tradición. Tan sólo el siglo pasado existían 2000 plantas medicinales en zona maya, actualmente sobreviven poco más de 200 plantas. Las causas de ésto se deben al mal uso de plaguicidas, insecticidas, tala clandestina de árboles y plantas, así como al poco respeto e interés a las tradiciones antiguas por grupos minoritarios y los gobiernos que no ven la importancia de preservar el legado maya.
La charlatanería y teatralidad es otro factor para descartar la medicina maya, para desacreditarla y para verla tan sólo como una curiosidad más de México y otras latitudes.
La importancia de la práctica y trascendencia de estas tradiciones, pueden ayudar a muchos a consolidar la curación a través de tradiciones que posibilitan otras comprensiones a tratamientos de hombres, más allá de la medicina moderna.
La medicina Maya debería tener una valoración mucho mejor, quizás equiparable a la medicina tradicional China, de India o inclusive de otras regiones como Brasil o Japón.
Mucho hay por descubrir de esta milenaria cultura, empecemos por el respeto a sus tradiciones, los usos y costumbres que actualmente sobreviven, y apoyemos a esas comunidades que siguen en resistencia a los cambios vertiginosos de nuestra forma de vida.
Finalmente la apertura de nuestro interior, será clave para hacer hallazgos que seguramente nos trastocarán por siempre.
Descubriendo el planeta ….
Revista El Libro de la Vida.