Descubrir el trabajo de un fotógrafo como Robert Frank quien se sumergió en un estilo auténtico en la fotografía documental, nos remite, sin duda, a la vida de un gran creador que deja un legado impresionante luego de su partida a los 94 años, el 9 de septiembre de 2019.
El fotógrafo nacido en Suiza, migró a Nueva York a los 23 años, su libro “The Americans” publicado en 1958 lo catapultó muy rápido a la fama. Pues en él refleja a la sociedad estadounidense de esa época, influenciado por las reflexiones de post-guerra su visión se enmarca en la óptica de un extranjero que a veces asegura franqueza, escepticismo y frescura bajo la lente de su cámara en esa época.
Antecedentes
Suiza fue un refugio seguro para Frank y su familia en la Segunda Guerra Mundial, sin embargo, su madre era de ascendencia judía y la amenaza nazi siempre estuvo latente en ese periodo.
Frank se formó con fotógrafos y diseñadores gráficos y pronto el esfuerzo se vio reflejado a través de su primer libro publicado en 1946, “40 Fotos”. El siguiente año emigró a Estados Unidos y encontró trabajo como fotógrafo de moda en la Ciudad de Nueva York.
Viajó por América del Sur y Europa. Publicó dos libros más de fotografías tomadas en Perú y posteriormente regresó a Estados Unidos en 1950. Ese mismo año participó en la exposición colectiva 51 American Photographers en el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA) también se casó con la artista, pintora Mary Lockspeiser con quien tuvo dos hijos.
La vida en Estados Unidos siempre fue para Robert Frank vertiginosa, a pesar del optimismo que vislumbraba en sus primeros años de casado, pronto cambió al ver la fugacidad de la vida del estadounidense, los derroches excesivos de dinero, la superficialidad, etc. Desde entonces vivió un desencanto, percibía tristeza y soledad, una mirada que se refleja en su obra fotográfica. Sin embargo continuó viajando, movió temporalmente a su familia a París y en 1953 regresó a Nueva York para continuar trabajando como fotoperiodista independiente para revistas como McCall`s, Vogue, Fortune, entre otras.
Gracias al apoyo y amistad del artista fotógrafo Walker Evans, Frank obtuvo un permiso especial de la Fundación John Simon Guggenheim en 1955 para viaja a través de los Estados Unidos y fotografías a la sociedad en todos los estratos sociales. Llevó a su familia con él en una serie de viajes de carretera durante los dos años subsiguientes, en los que tomó unas 28,000 fotografías. Sólo 83 de estas fueron seleccionadas por él para ser publicadas en The Americans. Durante estos viajes vivió algunos incidentes. Fue detenido en Arkansas y puesto en prisión arbitrariamente luego de haber sido detenido por un policía, entre malos entendidos el cargo que se le adjudicó fue que el vehiculo con el que viajaba no poseía los documentos adecuados y Frank fue arrestado por posesión de un automóvil robado.
Cuando regresa a Nueva York en 1957, Frank conoce a un escritor novelista perteneciente a la generación Beat, Jack Kerouac quien escribía continuamente sobre viajes, jazz, espiritualidad, budismo o promiscuidad, drogas, pobreza, entre otros temas que lo definían como un progenitor del movimiento hippie.
Frank le mostró algunas fotografías tomadas en sus viajes. Kerouac se mostró muy interesado en escribir sobre las fotografías y así fue como juntos trabajaron en la introducción de la edición estadounidense de “The Americans”.
INFLUENCIAS
La Generación Beat pudo marcar la visión de Frank, pues si bien en los años 1950 Estados Unidos vivía grandes polaridades sociales, por un lado el optimismo, el aparente desarrollo económico, por otro lado el racismo extremo, las clases sociales y una ironía que no pasaba desapercibida. Así que Robert Frank se vio marcado por esa realidad y sin duda, influyó en su técnica fotográfica, un estilo inusual de enfoque, el uso de luz baja, una aparente desinteresada composición, sin duda, un trabajo fotográfico distante de lo que hacen fotoperiodistas contemporáneos. Incluso para su época su técnica fotográfica se distanciaba de lo aceptado.
Las diferencias en su manera de fotografiar le dificultaron, en un inicio ser publicado en los Estados Unidos. Les Americains fue publicado por primera vez en 1958 por Robert Delpire en París, y posteriormente en 1959 en los Estados Unidos por Grove Press, en donde la crítica clasificó a sus imágenes de “considerablemente opacas, porosas, exposiciones turbias, horizontes distorsionados y en general descuidadas.” Aunque las ventas en un comienzo fueron bajas, la introducción de Kerouac ayudó a elevarlas en gran parte por la popularidad que representaba el fenómeno Beat en ese entonces. Con el paso del tiempo y mediante la inspiración a artistas posteriores, The Americans se convirtió en un trabajo representativo dentro de la fotografía estadounidense, siendo a su vez el trabajo con que Robert Frank más se identifica. En 1961 presentó su primera exposición individual titulada Robert Frank: Photographer, en el Art Institute of Chicago. Posteriormente en el MOMA en Nueva York en 1962.
Frank incursionó también en el cine. En 1996 recibió el Premio internacional de la fundación Hasselblad, el Premio PhotoEspaña Baume et Mercier 2009.
El trabajo incansable de este fotógrafo queda plasmado como un elemento fundamental para reflexionar sobre la historia del arte y la fotografía estadounidense.
Su trabajo es un claro ejemplo de a veces romper con las formas tradicionales e insistir en un camino propio conlleva a la construcción de nuevas formas de expresión, en el caso de Frank en un forma auténtica de mirarlo todo.