Hacienda Santa Bárbara, Casa Malinche

TLAXCALA

La nostalgia del tiempo a través de sus haciendas

 

Por Alejandro Carballo

Tlaxcala resulta apasionante por el gran legado patrimonial de antiguas haciendas y casonas que se ubican por todo el estado, vale la pena recorrer esta interesante geografía que ofrece una gran variedad de posibilidades a quienes visitan sus ciudades, pueblos, reservas naturales o propiamente las haciendas.

A lo largo de algunos años hemos visitado algunos destinos de Tlaxcala, siendo las haciendas, un punto obligado para conocer de cerca el trabajo, la arquitectura y lo que ofrecen al día de hoy  estas antiguas propiedades, que siempre nos sorprenden por su belleza.

Hacienda Santa Bárbara – Casa Malinche

Esta interesante hacienda del siglo XVII enclavada en las faldas boscosas del volcán La Malinche, funge como un pequeño hotel rústico, con apenas unas cuantas habitaciones, un salón de juegos y un gran comedor en donde tienen cabidas charlas de viajeros e historias locales.

En esta antigua propiedad, uno puede sentir el paso del tiempo, parecería que todo el lugar huele a nostalgia de otras épocas, sin embargo, la recuperación del lugar, los detalles en cada habitación y el arte, hacen de cualquier espacio, una posibilidad de sentirse pleno, confortable y con ganas de vivir gratas experiencias en este lugar.

Es curioso imaginar el pasado, reconstruir la historia a través de fragmentos de tiempo perdidos u olvidados, pero siempre ayuda el testimonio de voces que aún preservan en la memoria, los sucesos de un lugar determinado.

Las Haciendas de Tlaxcala nos llenan de gratos encuentros con la historia, pero también nos hacen vivir experiencias emocionales, pues muchas de ellas se han reabierto como hoteles, restaurantes, museos o simplemente como espacios para seguir gestando eventos y actividades sociales.

Lo maravilloso de la geografía de cada una de ellas, es el clima de Tlaxcala, parecería que los fenómenos atmosféricos  se ponen de acuerdo para crear hermosos paisajes e inolvidables experiencias, ya sea días con intenso sol y cielos azules, o el dramatismo de noches nubladas y frío con tormentas incansables, siempre la estampa de una hacienda nos deja gratos recuerdos de viajes maravillosos.

Hacienda  Santa María Xalostoc

Petrificada en tiempo, la antigua hacienda Santa María Xalostoc emerge entre los verdes campos del pueblo que lleva su nombre, sus gran tamaños hace que toda persona que la visita, tenga la posibilidad de sumergirse en infinitos espacios que parecieran salidos de un cuento de fantasmas.

Solitaria y nostálgica por donde se mire, esta hermosa hacienda destaca por su hermoso decoro, con flores, plantas y enormes árboles que generan sombras, contrastes tonales y atisbos de vida en este espectacular lugar.

Dentro del recorrido por las haciendas de Tlaxcala, predomina un ambiente maravilloso, una energía renovada que poco a poco se gesta con grandes esfuerzos por mantener estos inmuebles patrimoniales que seducen por su encanto ancestral.

La nostalgia que se siente en estos lugares, genera una sensación muy peculiar, por un lado explora la parte emocional, por otro nos permite reflexionar sobre el tiempo y sus diversos fragmentos a lo largo de otras vidas.

Es grato decir que los viajes que hemos hecho a Tlaxcala, nos han enriquecido de sobremanera dejando en nuestro corazón gratas experiencias en donde se entretejen sensaciones placenteras, aromas de cocina, sabores tradicionales y un incalculable gusto por observar el tiempo en un estado perfecto donde cabe el pasado y presente, la realidad y la fantasía, el imaginario y las vivencias que superan cualquier expectativa para quienes se abren a lo que vivir sin pretensiones.

Por supuesto que seguiremos descubriendo esta hermosa geografía, sus haciendas y todo el patrimonio que poco a poco emerge para quienes amamos viajar y conocer lugares.

Las Haciendas de Tlaxcala, una posibilidad de reinterpretar el pasado

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