MINERAL DE POZOS
Apuntes de Viaje
Por Alejandro Carballo
Mineral de Pozos, Guanajuato es un lugar lleno de historias, de nostalgias y de gratas posibilidades para quien decide recorrer este interesante pueblo.
Su riqueza emana del pasado, justo cuando los orígenes trazaron caminos diversos entre los grupos que habitaron este lugar y el patrimonio natural de la zona.
Antecedentes
Se dice que los primeros pobladores de Pozos fueron grupos nómadas, probablemente de las regiones aledañas, entre ellos los Chichimecas, se cree que eran grupos invasores y que luego de un tiempo lograron asentarse en la zona.
Con la llegada de los españoles, los Otomíes provenientes de Tula, Jilotepec y otros lugares, apoyaron la conquista y con ello, el sometimiento del pueblo Chichimeca, en 1528 le denominaron a esta región Nueva Vizcaya.
Las batallas entre españoles y chichimecas se desarrollaron durante mucho tiempo. En 1576 se crea una Guarnición para el cuidado de la ruta de la plata y el actual pozos es denominado Presidio de Palmar de Vega.
En 1589 llegan Misioneros encomendados para la firma de la paz en la región, un año después se pacta la paz en San Luis de La Paz, cuyo nombre simboliza ese acto.
La minería se extendió por todo el territorio en la época colonial y Mineral de Pozos fue un lugar estratégico para explotar los minerales que se encontraron ahí, entre ellos oro y plata, así que las compañías mineras impulsaron el crecimiento del pueblo para dicho fin.
Las minas pasaron a ser la primera fuente de recaudación de la corona española incluidas las minas de Guanajuato, con ellas, Mineral de Pozos que se dice, tenía grandes yacimientos.
Palmar de Vega cambió su nombre a Real de Pozos debido a los profundos pozos o tiros de las minas que se encontraban en diversos lugares.
El florecimiento minero cada vez fue mayor, y con ello, la riqueza del lugar, la iglesia fungía como empresa crediticia para este sector y los jesuitas que estaban a cargo de las minas reportaban las altas y bajas en la producción.
En 1777 los jesuitas son expulsados por decreto real, la explotación minera queda a cargo de acaudaladas familias y aquellos años de esplendor concluyen debido a la independencia de México y al retiro de capitales, a la escasez de materiales como el azogue, el hierro y otros que ayudaban al funcionamiento de minas. El éxodo de muchas familias fue inminente y el abandono del lugar casi llegaría a su totalidad.
Con los años y luego de la intervención francesa, Pozos poco a poco se empezó a poblar con los desplazados de otras zonas, algunos grupos de extranjeros conformados básicamente por españoles y franceses que vieron la posibilidad de reactivar las minas en la región.
El auge minero posibilita a la región que con la llegada del ferrocarril y la inversión de capital privado puede agilizar los procesos de transportación y comercio por todo el país, en esta etapa se desarrollan enormes ranchos, haciendas y el pueblo poco a poco se transforma en un próspero lugar con algunos edificios modernos.
Del esplendor a la decadencia
En la época del porfiriato esta región vivió grandes momentos, pero como ya se sabe, la polaridad y la inconformidad social y política, dieron paso al movimiento revolucionario.
Nuevamente el abandono de este lugar por la guerra y la inestabilidad política en el país hicieron del actual Mineral de Pozos un pueblo fantasma.
Los años posteriores a la lucha armada, dejaron un rezago económico terrible que hizo que las minas tuvieran poca producción, la caída de los precios del oro y la plata en los mercados internacionales, el movimiento cristero, la poca o nula inversión y otros muchos factores, hicieron que la única empresa que administraba las minas tuviera que cerrar.
Las minas de pozos cambiaron de manos, en los años treinta, la última empresa tuvo que ceder toda su infraestructura a los trabajadores a modo de indemnización, con ello, se dio paso a la creación de una cooperativa de mineros metalúrgicos, sin embargo la falta de créditos y de bombeos para desazolvar las minas, hizo que no prosperaran y la economía de Pozos para los años 40 estaba gravemente afectada.
La inundación de todas las minas fue inevitable, la poca infraestructura que quedaba, se desmanteló, fue saqueada y vendida a otros centros mineros, cercanos donde nuevamente las familias de mineros migran en busca de trabajo y una mejor vida.
Pozos revive con la llegada de campesinos y personas de rancherías que se dedican a la agricultura, el pastoreo y los tejidos.
Las tradiciones y festividades
Gracias a la llegada de individuos de diversas étnias, Pozos recobra su fuerza apoyándose del esplendor de las tradiciones y costumbres, gestando festividades de origen indígena y dando paso a una nueva etapa llena de reflexiones sobre el entorno, pues en cada ventana, en algunas esquinas, está la sombra de lo que fue Pozos a través de los vestigios y ruinas de antiguos edificios.
Mayo es el mes donde las danzas dedicadas al señor de los trabajos emerge como una posibilidad de sonreír, de dedicar el esfuerzo laboral a la deidad, ahí escuchamos los violines, vemos los pies moverse de un lugar a otro con sonajas, plumas y flores.
Artes y oficios ayer y hoy
Para la enseñanza de artes y oficios se crea en Pozos como en otros lugares, las escuelas modelo, simbolos de la prosperidad en la época porfirista.
Este espacio que conjuga un museo de sitio, salas de exposición, y un extenso programa de formación en las artes, fue restaurado no hace mucho para poder operar de manera adecuada y formar parte de la vida y memoria de Pozos, al igual que el museo de historia de Mineral de Pozos, este lugar es una buena recomendación para visitar y conocer de cerca el arte local y el patrimonio.
La prosperidad y otros otros aires llegan a Pozos y con ellos nuevos proyectos como galerías de arte, hoteles boutique, desarrollos inmobiliarios, restaurantes y una infraestructura que poco a poco permite disfrutar de este espacio.
El pueblo y sus aromas
La posibilidad de caminar tranquilamente en el amanecer por las calles de Mineral de Pozos, es una necesidad que emerge para todos aquellos que desean explorar las sensaciones de quietud, la contemplación o el despertar en un lugar remoto lleno de matices en donde lo local se hace presente con las cosas habituales que hemos perdido en las grandes ciudades, como los sonidos de un gallo, el lento andar de un perro que en ocasiones acompaña a desconocidos, o el olor a pan artesanal recién horneado que siempre seduce a cualquiera.
¿Qué hacer en Pozos?
Hay un montón de recorridos por todas las antiguas minas y ex haciendas, el pueblo se puede recorrer fácilmente al igual que algunos sitios que están cerca del pueblo como la granja de lavanda que vale la pena conocer y adquirir algunos productos.
La gastronomía local se enriquece de insectos, platillos típicos que incluye carne, pollo, maíz, etc., Las tunas en el mes de septiembre son una delicia, las hay verdes y rojas, de éstas últimas se extrae una bebida color sangre muy rica que se llama colocho.
¿Dónde Comer?
Dos lugares donde comimos delicioso son: el restaurante Los Hornos del Mineral donde las porciones son bastante abundantes y la cocina emerge con una propuesta sencilla compuesta de cocina mexicana con platillos típicos.
Por la tarde o noche podrás ir a comer a la pizzería: “Pizza`n Chela” un interesante lugar que remite a las cantinas del lejano oeste, hay cerveza, música y diferentes variedades de pizza a buen precio. Es de los pocos lugares que encontrarás abierto por la noche entre semana.
Algunos sitios por visitar
La Hacienda Santa Brígida es famosa por los hornos que se construyeron ahí, incluso el pueblo eligió estos hornos llamados jesuitas como alegoría del lugar en su escudo.
Ex hacienda cinco señores es quizá una de las más espectaculares ex-haciendas del lugar, no te puedes perder visitar esta hacienda que está muy cerca del pueblo con dirección hacia la escuela modelo.
¿Dónde Hospedarse?
Hay diversos hoteles para todos los gustos y bolsillos, los hoteles boutique están creciendo en la región algunos de ellos incluyen interesantes experiencias que engloban lujo, historia, gastronomía, descanso y mucho más.
Hay cabañas cerca de las minas, así como también hoteles en casonas antiguas en el centro del pueblo.
Nosotros nos hospedamos en La Casona Minera Hotel Boutique, y la experiencia fue agradable. tienen una pequeña fábrica de cerveza artesanal en el hotel, actualmente construyen un SPA donde incluirán un baño con cerveza.
Hay también alcobas, bed & Breakfast y hostales muy puntuales que en algunos casos son verdaderas joyas. Así que el hospedaje en Mineral de Pozos está bastante bien, en general.
Descubrir este lugar es una gran idea para todo aquel que desea pasar un par de días recorriendo ruinas, disfrutando de un paisaje extraordinario y apreciar un pueblo tradicional que tiene mucho que ofrecer.
Seguramente seguiremos visitando este lugar y volveremos a escribir acerca de Pozos.
Si visitas Mineral de Pozos, Guanajuato, no olvides que los microclimas siempre sorprenden, así que prepárate para lluvias, frío y lo contrario, días con sol intenso, mucho calor, etc., casi todo el año.
De risa pero en el transcurso de una mañana de septiembre amaneció soleado, luego se nubló, hubo frío, mucha neblina y luego despuntó nuevamente el sol cuando apenas daban las once de la mañana.
Disfrutemos de grandes lugares, siempre respetando su cultura, sus tradiciones y por supuesto, aportando energía positiva a esos lugares.