Recorriendo Tlaxcala
Historia, Naturaleza y Gastronomía …
Por Alejandro Carballo
Descubrir Tlaxcala es toda una aventura, su magnifica ubicación, entre montañas y bosques, le permiten ofrecer una gran diversidad de actividades a quien visita este lugar.
Tlaxcala es el estado más chico en lo que respecta a extensión en México, su gran patrimonio natural, cultural, gastronómico e histórico, dan cuenta de uno de los destinos con mayores ofertas para todo viajero.
Tlaxcala se ubica muy cerca de la ciudad de México, colinda al norte con los estados de Hidalgo y Puebla; al este y sur con el estado de Puebla; al oeste con los estados de Puebla, México e Hidalgo.
Tlaxcala es uno de los lugares más sorprendentes de México, tan sólo sumergirnos en su cultura nos deja ver la riqueza patrimonial que aguarda en cada lugar que celosamente ha reservado para aquellos que aprecian tanto el pasado como aquellos atisbos que reflejan un futuro prometedor.
La Gastronomía
La cocina tlaxcalteca es diversa, los saberes que guardan celosamente las cocineras de las distintas regiones del estado, provienen de la herencia prehispánica. Como en otras regiones de México, el uso de flores comestibles, cazuelas de barro, ingredientes nativos como el frijol, maíz, chiles, el amaranto, la calabaza, los hongos son parte de la dieta milenaria que enriquecen la cocina tlaxcalteca hoy en día.
Las características geográficas han beneficiado para las prácticas del campo, la valiosa cercanía con los bosques y recursos que ofrece la tierra de Tlaxcala, pero también vemos propuestas en productos y platillos que se apegan a las relecturas de una cocina sustentable, actual más sana.
Visitar Tlaxcala en los meses de julio, agosto y septiembre para conocer platillos y en general la cocina de pueblos, resulta una gran experiencia, pues la época de lluvias beneficia de sobremanera a la región y uno de los productos típicos en esta época, son los hongos silvestres, que son aprovechados para elaborar todo tipo de propuestas.
Algo de Historia
En la época prehispánica, en el centro de México destacaron los grandes valles del altiplano: el de México y el poblano-tlaxcalteca. En el valle poblano-tlaxcalteca aproximadamente en 1800 a. C. había grupos agricultores que trabajaban en forma familiar, cultivando maíz, fríjol, chile y calabaza, tomate que completaban su dieta con los productos de caza y recolección. Habitaban aldeas permanentes formadas por chozas. Tenían comunicación con la gente del valle de Tehuacán y el golfo de México, con la que llegaron a mezclarse.
Años posteriores la población tlaxcalteca aumentó y en consecuencia el número de aldeas, muchas de las cuales al extenderse se convirtieron en villas. Los tlaxcaltecas producían con la cooperación de toda la familia; regaban sus cultivos utilizando canales, tenían hornos para cocer cerámica, pequeñas plataformas para celebrar sus ceremonias religiosas y rendían culto al dios del fuego Huehueteotl.
A medida que el tiempo transcurría la población aumentó hasta que se formaron pueblos. Surgieron construcciones residenciales, se elevaron estelas y sarcófagos de piedra, y cada vez se rendía culto a un mayor número de deidades. Allí los sacerdotes fueron adquiriendo más y más importancia y llegaron a dominar a la población, empezando así a construirse centros ceremoniales.
Se cree que entre los años 200 a. C. y 700, la civilización mesoamericana alcanzo su máximo esplendor, y si antes la gente vivía en comunidades agrícolas y en pueblos sin ninguna planeación, ahora se construían grandes ciudades planificadas. Aumento más la población y se incrementaron el comercio y la actividad agrícola.
Los sacerdotes gobernaban y se encargaban de impulsar la cultura. Fueron ellos quienes lograron que la agricultura, la escultura y la pintura alcanzaran su apogeo y que realizaran notables progresos en escritura figurativa, matemáticas y astronomía, por lo que se ha llamado a esta etapa periodo teocrático.
Quizá estos orígenes le dan una esencia particular a Tlaxcala, ya que actualmente sigue predominando la agricultura como forma de vida, el arte es una elemento simbólico que aparece en diversas localidades del estado, finalmente, la gastronomía es un sello identitario de esta latitud.
Sin brújula
Para recorrer este estado, no es importante contemplar ordenadamente una serie de lugares, a veces hace falta algo de improvisación en los viajes, nosotros exploramos Tlaxcala visitando diversos sitios en donde encontramos memorables historias en cada uno de ellos, la riqueza patrimonial del estado, nos ayuda a explorar casi cualquier destino y encontrar muchas cosas de interés como puede ser la propia naturaleza, “luciérnagas en Nanacamilpa”, realizado por iniciativas que promueven el turismo comunitario.
Las Haciendas.
Una ruta de haciendas por el estado nos inspira a visitar el norte o sur del estado y pasar un par de noches en la Hacienda Soltepec o la Hacienda Xalostoc, dos hermosas haciendas que visitamos en este recorrido y que cada una de ellas tiene su propio encanto.
Las Haciendas mantienen viva la esencia de otros tiempos, abren sus puertas a quienes desean hospedarse en ellas, y a comer o disfrutar simplemente de un paseo entre objetos de la época y otras de arte.
El Pulque.
Hablar de Tlaxcala sin referirnos al agave, propiamente al pulque y aguamiel, es hablar a medias de este destino, ya que la cultura del Pulque y el Agave trasciende la línea del tiempo, incluso hay registros de los usos de esta planta en tiempos prehispánicos, lo que hace maravilloso conocer esta bebida antigua que sigue siendo respetada y reconocida como una de las bebidas emblemáticas de Tlaxcala.
Turismo de Aventura.
Si te gusta la aventura, recorrer reservas ecológicas, volcanes, montañas, lagos, Tlaxcala ofrece una gran variedad de recorridos para aquellos que gustan de las caminatas, los tours gastronómicos, ciclismo de montaña, campismo, etc.
En lo que respecta a la capital del estado, la ciudad de Tlaxcala sorprende por su belleza arquitectónica, por complementarse como ciudad contemporánea que seduce a cualquiera por sus calles, templos, murales y un sinfín de edificios antiguos que embellecen a la ciudad de punta a punta.
La Arqueología también juega un papel preponderante en el Estado hay diversos asentamientos prehispánicos en la zona, ruinas arqueológicas como Cacaxtla, Xochitécatl, Ocotelulco, Tizatlán, Tecoaque, etc. Dejan ver la riqueza patrimonial de la zona en cuestiones arqueológicas y antropológicas.
Sin duda, recorrer Tlaxcala será una grata opción para aquellos que desean viajar a un lugar cercano de la ciudad de México o la ciudad de Puebla y aprovechar un plan que puede incluir muchas actividades que harán de tu viaje, una extraordinaria experiencia.
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